El sexo y el amor.
Algunos hombres cometen un grave error, a veces por no tener información, o por grave falta de interés: Cuando tienen ganas de tener sexo son cariñosos, amables, atentos, dan abrazos, besitos, y completo amor… hasta lograr penetrar, eyacular, y de inmediato, pasar a ver la televisión, o dormir. Cuando esta necesidad orgánica está satisfecha, se vuelven fríos, distantes, sin emoción, silenciosos, sin ningún afecto ni demostración de amor, hasta que vuelven a necesitar sexo. Para la mujer, esto es extraño al principio, se vuelve un motivo de baja autoestima luego, y al final, es odioso saber que el amor de su vida, sólo es cariñoso o amoroso cuando quiere penetrar, eyacular… y nada más, sin ningún otro gesto de amor.
La mujer se enamora a diario cuando el hombre llena su corazón con mimos, caricias, mensajes de amor, más gestos de aprecio e interés, que al fin y al cabo, es todo lo que ella necesita para sentirse amada o ser feliz. Y aunque los rapiditos a diario son necesarios para él, cada semana hay que dejar lugar para el sexo gourmet, que se cocina a fuego lento, donde la mujer siempre termina primero, volando por el universo con los pies bien pegados al Planeta Tierra.
Fuente: Psicólogo Ramón Torres .
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